El cálamo es una varilla procedente de un trozo de caña. Con el extremo del cálamo, imprimiéndolo o apretándolo sobre una superficie fresca de arcilla, se realizaban los signos de escritura mesopotámica, que es conocida como escritura “cuneiforme”. La palabra “cuneiforme” se debe a la forma de “cuña” que tienen los signos escritos. El cálamo es el “bolígrafo” o el “lápiz” de los antiguos mesopotámicos.