


En los alrededores de Lucentum hay “villas” o fincas de ricos romanos. En ellas se cultivan los campos y son lugares de descanso para sus propietarios. Junto a los caminos también están las necrópolis o cementerios.
Además, Lucentum tenía un puerto interior para barcos de tipo mediano. Estaba en la bahía de La Albufereta, protegido de los vientos y de las corrientes marinas.